A Canarias han llegado siempre nuevas especies desde todos los
lugares del planeta, gracias a su clima y su posición estratégica entre tres
continentes, punto clave de las rutas alrededor de todo el planeta; siendo Gran
Canaria la isla en donde la agricultura alcanzó un mayor desarrollo cuando el
hombre arribó al archipiélago. Aún hoy, su sector primario innova y sigue
guiando la llegada de nuevos cultivos.
Mango, papaya o aguacate no son raros de
encontrar en los huertos y valles canarios, muchas veces acompañados de otras
especies propias del Mediterráneo con la higuera o los cítricos (naranja
dulce o amarga, mandarino, etc.), o los más raros
guayabos o la piña.
Cultivos, muchos de ellos tropicales, cada vez más demandados en
Europa, y que encuentran en Canarias un punto cercano de abastecimiento. Un
sector en crecimiento, que aunque sin el peso del sector platanero, encuentra en la
diversificación agrícola y la creciente demanda europea su mayor acicate,
apareciendo incluso cultivos muy recientes como la pitaya, maracuyá o el
litchi.